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sábado, 18 de agosto de 2001

VIAJE A GALICIA. Agosto 2001


    El viaje a Galicia lo efectuamos el siguiente grupo de amigos: Javi (el Vasco) y Alicia: encantadores; Felo(Felucho) y Silvia: agradables; Rafa Costa (el Nano) y Mª Ángeles: entrañables; y Felo (Felete) e Inma: acojedores. Todos residentes en Alicante
    Tras muchos meses de preparación y organización, visitas a agencias de viaje por parte de todos los componentes...bueno...casi todos..., organizamos un viaje a Galicia, pero con parada y fonda en Jambrinas, un pequeño pueblecito de Zamora, de donde era natural Silvia. En Santiago encontramos un hotel de 4 estrellas a unos tres kilómetros de Santiago, donde decidimos instalar nuestro "cuartel general". El hotel lo conseguimos a través de una agencia y mediante los Bono-hoteles, que la verdad, nos salió muy bien de precio. A continuación os invito a participar de nuestras experiencias en el viaje


DÍA 1. SÁBADO 18 DE AGOSTO

    Este día, bien pronto, a las 6.00 de la mañana quedamos todos los componentes de la expedición en un Auto-Bar de Alicante para desayunar y si dilación partir hacia Zamora. Javi y Felucho con sus respectivas en un coche y yo con Rafa Costa (el Nano).
    Sobre las 8,30, paramos en una estación de servicio pasado Albacete donde almorzamos e hicimos nuestras necesidades fisiológicas. Tras esto, otra vez carretera y manta hacia Zamora. Llegamos sobre las 14 horas, y nada más llegar ya notamos que la temperatura había cambiado. De los 30º habituales en Alicante a los poco más de 22 ó 23º. Comimos en uno de los típicos mesones zamoranos: patatas bravas con ali-oli, embutido, etc. Todo ello regado con buenos caldos zamoranos. Tras la comida fuimos a la Calle Despoblado en el pueblo de Jambrinas donde pernoctaríamos. Tras hacer el reparto de habitaciones y tareas y dar un pequeño paseo por el pueblo, volvimos a  Zamora donde pudimos disfrutar de sus Iglesias románicas y de la Exposición "las edades del hombre", celebrada en su maravillosa catedral coronada por su imponente cimborrio y dibujada con infinidad de cigüeñas que anidaban en la cima.
    Cenamos de nuevo en un restaurante típico de la zona y volvimos al pueblo a dormir.


DÍA 2. DOMINGO 19 DE AGOSTO

    Bien temprano nos levantamos y nos fuimos a Salamanca. Ese día lo dedicamos por completo a contemplar su maravillosa arquitectura (catedráles, Universidad, Universidad Pontificia, etc). Comimos en un restaurante cerca de la Plaza Mayor donde degustamos sus exquisitas carnes y embutidos. En este apartado comentar que una persona del grupo se empeñó toda la mañana en que quería probar las ancas de rana:...quiero ancas de rana...quiero ancas de rana...hasta que al final fuimos a un mesón castellano y tras pedir las ancas de rana esa persona por poco se desmaya de la impresión que le dio ver a unas pobres ranitas rebozadas. Ese día decidimos comprar embutido ibérico en el Mercado de Abastos para cenar por la noche. Y así lo hicimos. En cuanto llegamos a Jambrinas de nuevo, nos dimos un festín.


DÍA 3. LUNES 20 DE AGOSTO

    Toca madrugar otra vez. Por las mañanas tenemos unos 15 ó 16 grados...qué gusto. Tras desayunar partimos en dirección a Santiago de Compostela, donde llegamos sobre las 11,30 horas. Un vez en el hotel, dejamos las maletas y nos dirijimos a Santiago. El día estaba nuboso, chispeando, y con frío, sí digo frío en pleno agosto. Esto fue de lo mejor; el tener que llevar una cazadora o alguna otra prenda del estilo.
    Tras aparcar en la ciudad nos dirijimos a la plaza del obradoiro, lugar de encuentro de peregrinos a los que veíamos abrazarse y congratularse al llegar al final de su perenigración. Aquí tuvimos un pequeño incidente ya que nuestro querido amigo Felucho se nos perdió: quedamos con él delante de la Catedral y...¡no la encontró!. Una vez todos juntos y tras pasear con el paraguas por todo el centro histórico, enfilamos la Rua do Franco, donde están las marisquerías. Entramos en una (del nombre no me acuerdo) y tomamos entre los 8 tres bandejas repletas de frutos del mar, regadas cómo no, con un buen albariño: nécoras, bueyes, centollas, pulpo...y un largo etcétera. Tras comer, dimos otro paseo y tomamos café para más tarde apuntarnos a una visita guiada por el casco antiguo que la verdad, valió la pena. Tuvimos un pequeño percance o mejor; tuve. Parados delante de un comercio, nos salió el dueño para que nos quitásemos de delante del escaparate...pues no me quito, que te quites...pues no que aquí no molesto a nadie...al final....me quité. Qué se le va a hacer. Ya entrada la noche, cenamos y nos fuimos de nuevo al hotel donde descansamos hasta el día siguiente.


DÍA 4. MARTES 21 DE AGOSTO

    Desayunamos todos juntos en el hotel, reponiendo fuerzas ya que nos esperaba un día agotador. Al salir del hotel, cómo no, hacía una temperatura formidable, chispeaba y había un poco de niebla (y en Alicante con sol, bochorno y calor). Ese día nos fuimos a Pontevedra y también nos apuntamos a una visita guiada por el casco antiguo: muy bonito, señorial, es como si te trasladases a hace 200 años al igual que Santiago...que pena no tener algo así en Alicante. De aquí fuimos a Vigo, recorriendo las Rías Baixas y parando en un sinfín de pueblecitos (Noya, Carril, etc). Donde ibamos solíamos tomar algo típico de su gastronomía, así como tambíen ibamos a los mercados a ver el pescado y el marisco y, ya que estabamos allí, comprábamos empanadas gallegas de todo tipo (de calamares, maiz y berberechos, bacalao y pasas, etc). Y cómo no, alguna que otra botellita de orujo.
    Llegamos a Vigo a comer; al mercado de la Piedra. De nuevo bandejas de marisco "a tuti plen". Luego un paseito por el puerto y recorrimos la ciudad. Por la tarde fuimos a la Isla de la Toja: unas cuantas fotos, compramos algún jabón y para el hotel. Se nos hizo tarde así es que tuvimos que parar en Padrón a cenar. A continuación al hotel y a dormir, aunque antes algún valiente intentó hacer una Queimada, con conjuro incluido pero gracias a la responsabilidad de Rafa Costa, que pensó que con el humo que se desprendía al quemar el alcohol de la Queimada podrían saltar las alarmas del hotel y empezar las espitas de agua que hay en el techo a soltar agua,  no llegamos a hacerla del todo...aunque eso sí, nos tomamos algún que otro chupito.


DÍA 5. MIÉRCOLES 22 DE AGOSTO

    Este día haríamos un montón de kilómetros en  coche: haríamos las Rías Baixas. Llegamos a Cambados, cuna del Albariño donde comimos en un restaurante carnes y pescados excelentes, aunque mejores vinos. Por la tarde paramos en una zona de costa a ver ponerse el sol. Muy bonito ya que en Alicante se ve como sale por el Mar y allí era al revés. Visitamos también por la tarde unos de los pueblecitos más hermosos: Combarro. Está literalmente encima del mar, pequeñíto, peatonal y lleno de lugares de encanto. Aquí es donde nos hicimos por 800 pesetas (lo que serían ahora 5€), 8 vinos turbos, un plato de queso y otro de chorizo. Por la tarde y, ya en Santiago tomamos un chocolate caliente cerca de la catedral. Sí digo bien chocolate caliente. Tras esto, los que quisieron (yo uno de ellos) fuimos a darle el abrazo al apóstol. Por poco no llegamos a tiempo ya que estaban a punto de cerrar la catedral. Luego y, antes de cenar un vinito con queso en una tienda especializada para proseguir nuestra búsqueda de un lugar donde poder cenar. Encontramos uno por casualidad al final de un estrecho pasaje que desembocaba en una pequeña plazoleta. Tras la cena nos dimos un agradable paseo por la plaza del obradoiro y al hotel a dormir, no sin antes hacernos otro chupito.


DÍA 6. JUEVES 23 DE AGOSTO

    Nos dirijimos hoy al Cabo de Finisterre no sin antes parar por un montón de pueblecitos. En Muros tomamos uno de los mejores mejillones al vapor que hemos probado nunca. Fue el dueño de ese bar quien nos recomendó para comer el restaurante "Casa Manolo" y hasta allí fuimos. Desde el ventanal del restaurante podíamos disfrutar de unas vistas extraordinarias, se veía una ría (no sé cual) y los alrededores estaban plagados de pinos y eucaliptos. Comimos, 2 kilos de percebes, nécoras, bueyes, almejas, pescados del atlántico y un montón de botellas de albariño. Tras la opípara comida fuimos a la playa que estaba a escasos metros; desierta como las de Alicante. Nos bañamos, los chicos claro, en calzoncillos y aquí, tuvimos otro imprevisto. Nuestro amigo Rafa Costa tuvo un contratiempo y....mejor lo cuento otro día.
    Tras el relajante baño, nos fuimos al Cabo de Finisterre (que a mí no me dijo nada). Luego volvimos otra vez al hotel donde cenamos unos bocatas. Esta sería la última noche en el hotel.


DÍA 7. VIERNES 24 DE AGOSTO

    Este día nos fuimos a La Coruña. Durante el trayecto por la autopista estuvo lloviendo y con niebla y cuando llegamos hacía fresquito otra vez así es que tuvimos que cojer de nuevo las chaquetas. Tras visitar la Torre de Hércules, la plaza de María Pita y alrededores fuimos a comer, tras buscar durante una hora un restaurante que le dijeron no sé a quien, a uno que no tenía mala pinta. Por la tarde, visitamos la playa de Riazor y a continuación cojimos la carretera de regreso a Zamora donde dormiríamos. Una vez en Zamora y tras cenar en uno de sus mesones típicos, dimos un paseo hasta la catedral contemplando de nuevo todas las iglesias románicas que hay de camino.
    Dormimos en un hostal que estaba muy bien, bueno a algunos les tocó alguna habitación que no estaba muy bien, toallas cutres, se salía el agua por todas partes etc. La verdad es que no estaba muy bien, a pocos nos gustó pero al menos pudimos dormir.
    Mañana nos volvemos a Alicante, dejaremos esas hermosas tierras del buen comer y mejor beber y volvermos al "calol".


DÍA 8. SÁBADO 25 DE AGOSTO

    Tras levantarnos a las 7 de la mañana y desayunar (cada uno por su lado), nos fuimos a nuestra terreta, Alacant. Hasta el próximo viaje.