DÍAS: Del 4 al 9 de abril
HOTEL: Hotel Asociado Kyriad -incluido el breakfast-
TRANSPORTE: Air Europa: IDA: 4/04/2010 a las 08:40 h (1h, 45 min de vuelo)
VTA: 9/04/2010 a las 13.40 h (1h, 38 min de vuelo)
Tren: Alicante-Barna el 3/03/2010 (familia Costa)
Barna-París el 3/04/2010, llegando el día 4 sobre las 8.30h de la mañana a la estación de Austerlitz
París-Barna el 9/04/2010
Barna-Alicante el 10/04/2010, llegando a la Estación de Alicante a las 16.45 h.
DIARIO DE VIAJE
SALIDA: El sábado 3 de abril salió en tren la primera expedición con destino a París, conformada por la familia Costa-Castillo, con el siguiente itinerario: Alicante-Barcelona-Austerlitz (París).
El segundo grupo formado por Felo, Inma y Laura, salió del aeropuerto de Alicante el domingo 4 en vuelo de Air Europa a las 08.40, llegando a París Orly a las 10.30h. Seguidamente, un autobús de la empresa VEA (son rojos), que se coge al salir de la Terminal de llegadas, nos llevaría a la Estación de Autobuses de Marnè Le Valle-Chesy (junto al parque) en poco más de hora y media, a razón de 18€ los adultos y 14€ los niños. Sin embargo, la odisea no había terminado, porque tuvimos que coger aún autobús rosa articulado que nos llevaría definitivamente al Hotel.
REGRESO: Felo, Inma y Laura el viernes 9 de abril en vuelo de Air Europa a las 11.40, aterrizando en Alicante a las 13 horas aproximadamente. El resto del grupo llegaría el sábado 10 a las 16.45 horas.
Los tres primeros días los pasamos entre los 2 parques Disney, el Disneyland París y el Walt Disney Studios. En los Estudios comprobamos cómo se hacen algunas películas, como fue el caso de Armagedon; vivimos con personajes de dibujos animados unos episodios en directo en PlayhouseDisney Studios, presenciamos el desarrollo y la realización de películas de acción con coches, y contemplamos tiernas películas Disney que interactuaban con el público. Como plato fuerte, aunque sólo lo disfruté, la Torre del Terror, pues nadie más quiso venir conmigo y experimentar la caída libre del ascensor, o ver largos pasillos de hotel abandonados y repletos de… fantasmas.
Comimos en los Estudios 1, repletos de tiendas y restaurantes. Menú de Hamburguesa, patatas y bebida por 10€ los adultos, y 6€ los niños. Más o menos, como aquí.
El parque Disneyland París, el mejor. Un viaje a la infancia, al pasado, un recorrido por el mundo mágico Disney, de Princesas, aventuras y viajes galácticos.
Main Street | Con la Princesa Ariel/Sirenita |
Fantasyland. La Tierra de la Fantasía, donde las Princesas hacen las delicias de los niños, y los mayores. Casas de cuento. La de Pinocho, la de Blancanieves, el Castillo de la Bella Durmiente, atracciones como la de Peter Pan, donde subidos a una barca, sobrevolamos Londres y el País de Nunca Jamás. El Laberinto de Alicia en el País de las Maravillas o el Crucero por las canciones del mundo en la atracción It’s a small world. Simplemente, fascinante. Un lugar de ensueño, donde los sueños, para algunos, se pueden hacer realidad.
Con Bella |
Main Street. Reproducción fidedigna de una ciudad de Estados Unidos de principios de siglo. Está todo cuidado al mínimo detalle: lámparas de gas, artesonados, forja, materiales nobles.
Adventureland. La tierra de los piratas, de Indiana Jones. Bazares exóticos. A destacar, el gran árbol de Robinson Crusoe, o la atracción de los Piratas del Caribe, en la que recorres poblados piratas en plena noche, e inmersos en una frondosa jungla.
Frontierland. El lejano Oeste, la Casa Psicosis en Phanton Manor, la Montaña Rusa Big Thunder o un paseo el Barca de Vapor por un río del Oeste.
El Hotel Kyriad, es un Hotel Asociado de los parques Disney. Reproduce las casas típicas de la Francia Rural, y estaba compuesto por dos alas de habitaciones y un módulo independiente para desayunos y comidas. En uno de los bloques se encontraba la Recepción, con personal amable y dispuesto, que entendían (la mayoría) el español, el Bar donde cada noche sorbíamos una deliciosa pinta, y una pequeña tienda. Los edificios de habitaciones eran largos, de dos alturas, suelos enmoquetados y confortable. Las habitaciones disponían de cama de matrimonio y literas, un cuarto de baño completo, TV y armarios. Echamos de menos la neverita para meter fiambre o batidos para los niños.
El Hotel Kiriad |
Los desayunos los teníamos incluidos en el precio -los niños no pagaban-. Al haber tanta gente, teníamos que indicar el horario de desayuno, siendo el nuestro el comprendido entre las 8-8.30. A partir de las 8.30, las colas de entrada al comedor eran considerables. Para beber: zumos, cafés e infusiones, y para comer: fiambre, queso emmental, huevos duros, yougueres, pan, tostadas, napolitanas y lo mejor de todo, cientos de los típicos y sabrosos cruasanes franceses. El salón estaba en un edificio independiente a los dos que albergaban las habitaciones. Era grande, espacioso, con vistas a un lago, en medio de la típica campiña francesa. Nosotros siete, es decir, Rafi, Mª Ángeles, Felo, Inma, Serguio, María y Luara, ocupábamos cada mañana una larga mesa, junto a la ventana, con unas inmejorables vistas, y aunque muchas mañanas amanecían nubladas o con una fina lluvia, gozamos casi todos los días de sol y buena temperatura.
Entrada a la casa de Blancanieves | Con Minnie |
Hicimos dos comidas en los Parques. En el Estudio 1 (Restaurant en Coulisse) de los Walt Disney Estudios, y en La Fuente de Oro en Frontierland, un restaurante de cocina mexicana PLENAMENTE RECOMENDABLE. El menú adulto (12€) se componía de 3 fajitas o bandeja con fritura mexicana (alitas, aros cebolla y pimientos rellenos de queso), guacamole, patatas fritas o ensalada, postre y bebida. El de los niños (5€), consistía en hamburguesa o salchichas, patatas, postre y bebida.
La tercera comida del parque fue de subsistencia, a base de bocatas previamente preparados con víveres traídos de tierras íberas, y cerveza comprada por el cuñao y un servidor en la Estación de Trenes/Buses que hay a la entrada del Parque. Aconsejamos al lector que visite este pequeño supermercado, para comprar agua (1.90€/1.5l de Evian) o cerveza Kronenburg (1.90€ bote de medio litro).
A media mañana almorzábamos los bocadillos o cruasanes que nos preparábamos en el desayuno del hotel.
Las cenas las hacíamos siempre en el Hotel. Primero nos relajábamos en el bar del Hotel Kyriad, degustando unas frías pintas de cerveza a unos 6€ cada una, y eso que llevábamos bonos descuento de bebidas, que una amable recepcionista del hotel (española), nos dio la primera noche. Para acompañar la bebida, que mejor que cacahuetes, almendritas y salchicha de Pascua. Aprovechábamos la coyuntura para que nuestros hijos se tomaran algún batido y algo de cenar, galletas, cereales o algo similar, pues a nosotros la cerveza solía quitarnos el hambre, limitándonos más tarde en la habitación a picar cualquier cosa. Eso sí, una noche sí hicimos cena comunitaria, aportando cada familia algo de embutido.
Las cenas las hacíamos siempre en el Hotel. Primero nos relajábamos en el bar del Hotel Kyriad, degustando unas frías pintas de cerveza a unos 6€ cada una, y eso que llevábamos bonos descuento de bebidas, que una amable recepcionista del hotel (española), nos dio la primera noche. Para acompañar la bebida, que mejor que cacahuetes, almendritas y salchicha de Pascua. Aprovechábamos la coyuntura para que nuestros hijos se tomaran algún batido y algo de cenar, galletas, cereales o algo similar, pues a nosotros la cerveza solía quitarnos el hambre, limitándonos más tarde en la habitación a picar cualquier cosa. Eso sí, una noche sí hicimos cena comunitaria, aportando cada familia algo de embutido.
El jueves 8 y el viernes 9 tocó París. Nos sacamos la tarjeta Mobilis los adultos (14€/cada día), y la Paris Visite los niños (14€/dos días), que nos permitía ir y volver de París, y hacer uso ilimitado de la red de metro, buses y RER de las áreas comprendidas 1-5. Incluso la utilizamos para subir en Funicular al Sagrado Corazón.
Un día comimos en el típico Bistrot del Barrio Latino. Sopa de cebolla, filete con salsa de pimienta y quesos de postre, todo regado por agua del grifo eau de robine (todo el mundo la pide, ya que la bebida suele ser cara) y vino a granel. Los niños, creppes de jamón y queso, pechuga de pavo y helado de postre. Todo por 76€; un precio más que razonable. El segundo día de comida en París fue en un McDonald. Nada que decir. Igual que aquí.
Plaza de la Concordia |
Sirviéndonos de buenos mapas y guías, de la extensa red de metro, y del hecho de que Inma y yo visitamos París hacía unos 4 años y lo teníamos todo algo reciente, guiamos al grupo por la capital francesa visitando:
Miércoles 5: Isla San Luis, Notre Dame, Louvre, Jardín Tullerías, Plaza Concordia, Plaza Madeleine, Plaza Vendome, Ópera Garnier, Almacenes Lafayette.
Jueves 6: Arco Triunfo, Trocadero, Torre Eiffel, Molin Rouge, Monmartre, Plaza Pintores, Au Alpin Agile -el primer cabaret de París-, y el primer y único viñedo de París, también en Monmartre. Para finalizar la jornada y la visita a la ciudad de la luz, cogimos de nuevo el metro y fuimos a ver la Torre Eiffel iluminada. El RER nos llevaría de vuelta al Kyriad.
Foto de familia, delante de la Torre Eiffel |
El avión salía a las 11.40, y hasta que no llegamos a la Terminal de Salidas -a las 10:30-, no tuve la plena certeza de llegar en tiempo al embarque. Una incidencia de última hora nos retrasó si cabe más aún, pues la policía nos informó del cierre de la Terminal y de que debíamos ir hasta la Terminal Sud. Y así lo hicimos, si bien, cuando llegamos nadie nos dio ninguna explicación, asegurándonos de que no podía estar cerrada la Ouest. No entendíamos nada. Corriendo subimos al Orlyval (tren articulado pequeño que comunica las dos terminales), que nos dejaría de nuevo en la Terminal de Salidas/Ouest, donde por fin facturamos y nos entregaron las tarjetas de embarque.
Rafi, Mª Ángeles y los niños, tuvieron que esperar a las 8 de la tarde del mismo viernes a tomar el Tren que les llevaría a Barcelona, y de aquí a Alicante, con la suerte de haber podido coger el que hacía “los servicios mínimos” al estar en huelga el Servicio de Tren Francés.
Por nuestra parte, en el 2014 ó 2015 volveremos a Disney, pero con nuestro peque Jorge, aunque seguramente ya no visitaremos París.
Fotos del viaje a Disney Parín, en nuestro álbum de FLICKRFIN DEL VIAJE, y hasta el próximo.